Mejorar la Competitividad Reduciendo el Desperdicio
En los últimos tiempos hemos oído hasta la saciedad que España tiene que mejorar su competitividad para volver a generar empleo. Y es verdad.
Pero el problema es que parece que la única fórmula que se nos ocurría era rebajar los sueldos. O en palabras del expresidente de la CEOE: "trabajar más y cobrar menos".
¿No tenemos alternativas? Quizá deberíamos empezar por otro sitio.
Identificar el Trabajo Improductivo
Todos sabemos que no es lo mismo estar ocupado que producir. Si me paso 8 horas navegando por internet en vez de realizar las tareas que tengo asignadas, mi aportación a la productividad de la empresa es cero.Este caso es obvio. Pero hay otros casos mucho más sutiles. Existen actividades aparentemente productivas en todas las empresas que no aportan nada al producto o servicio que se ofrece. Aquí algunos ejemplos:
El jefe de proyecto introduce los datos económicos del proyecto en los sistemas de información de la empresa en un formato. No obstante, él mantiene un archivo excel con los mismos datos pero en un formato que le permite realizar sus tareas cotidianas. Y aún existe un tercer formato que actualiza mensualmente porque los datos que le pide su director están organizados de una manera diferente. ¿Cuánto trabajo improductivo hay aquí?
El equipo de desarrollo toma una decisión que creen que es competencia suya y empiezan a trabajar en una dirección. Dos días más tarde, en una reunión de seguimiento, el responsable del sistema decide que esa decisión debía ser suya y la revoca, dirigiendo el trabajo en una dirección diferente. Dos días de trabajo que aparentemente eran productivos van a la basura.
Reducir el Trabajo Inútil
Los que estén familiarizados con la metodología lean habrán reconocido el "muda" en estos ejemplos. Muda es un término japonés que significa inútil, superfluo, desperdicio.La metodología lean se basa en la identificación y eliminación del trabajo inútil para maximizar el porcentaje de tiempo que dedicamos a tareas que realmente aportan valor. Y aunque esta metodología ha tenido su mayor éxito en procesos de fabricación (de hecho comenzó en Toyota), sus conceptos se pueden aplicar a ámbitos muy diversos.
En todas las empresas podemos encontrar procesos mejorables y nuevas formas de hacer las cosas para mejorar nuestra productividad.
Pero no acaba el camino en las empresas. Las empresas tienen un ámbito de actuación limitado, hasta que se encuentran con la legislación. Creo que los políticos deben centrar sus esfuerzos en eliminar todas las trabas burocráticas y legales que nos hacen menos competitivos que el resto de países.
En ese sentido el viernes pasado tuvimos una buena noticia que esperemos sea el primer paso en esta dirección. El anteproyecto de Ley de Garantía de Unidad de Mercado pretende que las empresas puedan operar en todo el país con una licencia única. Y es que en un mercado único Europeo parece increíble que en ocasiones sea más fácil exportar que vender en la Comunidad Autónoma vecina.
Todos Somos Responsables
La lucha contra las tareas improductivas no es algo que se pueda dejar únicamente a políticos y directivos. Es tarea de todos.Cuando un equipo realiza un trabajo, normalmente es el equipo el que mejor sabe qué trabajos improductivos realiza. En ocasiones podrá realizar mejoras directamente, y otras veces tendrá que elevar el problema a quien tenga poder para solucionarla.
La comunicación también es importante. Cuando alguien pide datos en un formato, es posible que piense que esos datos están disponibles de manera sencilla y no darse cuenta de que está obligando a su equipo a realizar un trabajo estéril. Y si nadie le dice lo que está pasando, la situación nunca cambiará.
Y tú, ¿has identificado ya algún trabajo improductivo que puedas eliminar de tu día a día?